El profeta Jeremías pronunció estas palabras que leemos en Jeremías 32:17. Estas palabras forman parte de una oración que Jeremías hizo al Señor. Compartimos aquí parte de la oración:
“Tú, Señor, con gran despliegue de poder creaste el cielo y la tierra. Nada hay imposible para ti. 18 Tú muestras tu amor por mil generaciones, pero también castigas a los hombres por los pecados de sus padres. ¡Oh Dios grande y poderoso, tu nombre es Señor todopoderoso! 19 Tú eres grandioso en tus planes y poderoso en tus obras. Tú ves todo lo que hacen los hombres y das a cada uno lo que merecen sus acciones. 20 Tú hiciste milagros y señales en Egipto, y aún hoy los sigues haciendo tanto en Israel como entre todos los hombres, de manera que tu nombre se ha hecho famoso. 21 Tú, con gran despliegue de poder, sacaste de Egipto a tu pueblo Israel, haciendo milagros y señales y llenando de terror a todos. 22 Le diste a Israel esta tierra en que la leche y la miel corren como el agua, según lo habías prometido a sus antepasados. 23 Pero cuando ellos entraron en el país y tomaron posesión de él, no te obedecieron ni siguieron las instrucciones que les diste, ni hicieron nada de lo que les ordenaste. Por eso les enviaste toda esta calamidad. 24 »”Ahora los caldeos han levantado rampas para atacar la ciudad, y la guerra, el hambre y la peste van a hacer que la ciudad caiga en manos de los atacantes. Señor, ya ves que se está cumpliendo lo que dijiste. 25 Y sin embargo, Señor, tú me ordenaste que comprara y pagara aquel terreno en presencia de testigos, aunque la ciudad va a caer en manos de los caldeos.”»
26 Entonces el Señor respondió a Jeremías:
27 «Yo soy el Señor, el Dios de todo ser viviente. Nada hay imposible para mí."
Vemos la relación que Jeremías tenía con Dios. Tenía bien claro que Dios creó la tierra y que nada hay imposible para Él. También demuestra un conocimiento íntimo de cómo es Dios. Es poderoso, es amor y además actúa con misericordia con las personas. Pero también castiga lo que no está bien. Dios tiene que ser justo con nuestra forma de vivir delante de Él. Y responde como es Él. No conforme nuestra vara de medir sino conforme a lo que merecemos.
No voy a entrar a comentar el centro de la historia pero Jeremías parece explicarle su situación a Dios y pedirle explicaciones. No entiende algo que Dios mismo le dio a entender. Y es que no podemos entender todo lo que Dios hace en nuestra vida. Pero podemos hablar con Él en la intimidad de sus hijos. Conoce nuestros problemas pero debemos derramar nuestro corazón ante Dios porque Él sabe que lo necesitamos.
Entonces Dios le contesta con algo que nos enseña muchas cosas. Él es el Señor. Él lo controla todo y está por encima de todas las circunstancias y al mismo tiempo muy cerca de nosotros. Es el Dios de todas las criaturas. Él mismo nos creó. Y no queda todo en decir que Dios es el Señor. Dios confirma que nada hay imposible para Él.
Entendamos estas palabras y hagamos que formen parte de nosotros cada día. Nada hay imposible para Dios. Estas palabras me las podría haber inventado para consolarte pero no es así. La Biblia dice que no hay nada imposible para Dios y debo creerlo. Él transformará nuestro dolor en el mejor momento. Él ve nuestro sufrimiento. Es así porque nada escapa a su conocimiento. Descansemos en Él y démosle tiempo. No solo para que nos conteste. Demos a Dios más tiempo cada día y Él aumentará nuestro descanso. Él nos consolará.
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