Como cristianos sabemos que vivir una vida de oración no es fácil. Porque tomar un tiempo diario para entregárselo a Dios en oración es algo que requiere algo de planificación. Hay quienes lo hacen por la mañana temprano o a última hora de la noche. Está claro que hay que decidir cuando dejar de hacer otras cosas, algunas de ellas menos importantes. Jesús lo tenía más claro que nosotros. Hoy veremos 7 situaciones
en las que Jesús mostró la importancia de vivir una vida de oración y
las bendiciones que produjo en personas como tú y como yo.

como vivir una vida de oracion 7 ejemplos jesus

1.El ministerio de Jesús comienza orando.

En Lucas 3:21-22 leemos:

«Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado: y mientras El oraba, el cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido. «

¿Te das cuenta de la importancia que tiene orar desde el principio? Jesús, que también fue bautizado, nos enseña lo esencial de la oración desde el principio. Él necesitaba la dirección del Padre para la nueva etapa de su vida que estaba a punto de comenzar.

¿Y nosotros? ¿No necesitamos que Dios dirija nuestra vida? ¿No es verdad que a veces hacemos nuestros planes e incluso dejamos la oración como algo secundario? Pensemos en la actitud de nuestro Salvador. Si Él no comenzó a planificar todo sin tener en cuenta a Dios Padre tampoco debemos hacerlo nosotros. El resultado cambia dependiendo de la forma en la que hacemos las cosas.

2.Jesús pasaba tiempo orando a solas.

En Lucas 5:15-16 leemos:

«Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares solitarios y oraba.»

Jesús no quería desviarse de su objetivo. La fama que tenía por sanar enfermos y alimentar a multitudes no debía separarle de su meta. Necesitaba al Padre. Necesitaba estar a solas y «conectar» de forma constante con Dios Padre. Además, Jesús se apartaba de todo aquello que pudiese desconcentrarle y buscaba un lugar solitario para orar.

Ahora pensemos en nosotros.  Todos tenemos muchas cosas que hacer. Pero a medida que tengamos más cosas que hacer más necesidad de orar por ellas tendremos. Somos muy selectivos con nuestro tiempo y sinceramente,
creo que ponemos muchas trabas porque tenemos la sensación de que
simplemente nuestra vida no debe parar para meditar y orar a nuestro
Dios. Casi como si fuese una pérdida de tiempo. Pero como decíamos al principio es fundamental ver la necesidad y buscar el momento.

No tenemos porqué coincidir en el mejor momento. En el Salmo 5:3 el salmista oraba por la mañana. Sea cuando sea nuestra vida de oración es importante por lo que no debe convertirse en algo secundario.

Como Jesús, busquemos un lugar solitario alejados de lo que nos despiste. Es verdad que en la actualidad parece que es imposible encontrarlo. Dependiendo de donde vivamos puede que siempre haya ruídos. Piensa en el lugar más favorable y relájate. También hay cosas que nos atraen tal vez más de lo que deberían. La televisión, el ordenador, las notificaciones del móvil…suelen llamar nuestra atención y como no decidamos voluntariamente alejarnos unos minutos será complicado que nos relajemos y nos dispongamos a orar. Jesús también tenía distracciones (personas que querían escucharle, que necesitaban ser sanadas…) y se alejaba de ellas para comunicarse con el Padre. Sigamos el ejemplo de nuestro Maestro y comprobaremos sus bendiciones.

3.Jesús perseveraba en la oración y si había que decidir algo importante lo hacía con intensidad.

Lucas 6:12-13 leemos:


«En esos días Él se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles»

Jesús nos enseña quién es el que nos cuida y tiene el poder para ayudarnos. Nos muestra el camino de la oración porque puede confiar en el Padre. Él debía decidir algo como hombre, que ya sabía como Hijo de Dios. Era algo importante. Elegir a personas para que le acompañasen de una forma especial era algo que necesitaba la dirección del Padre. Jesús nos enseña algo vital. Él necesitaba estar permanentemente conectado con el Padre, siempre. Si Jesús lo necesitaba cada día, ¿nosotros nos consideramos más espirituales que Jesús?

Antes de decidir algo, oremos. Demos tiempo a Dios, no lo dejemos para lo último.
Perseveremos. En 1 Tesalonicenses 3:102 Timoteo 1:3 y Hechos 1:14 «Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de Él.»
Vemos la importancia de orar mientras leemos la vida de personajes bíblicos que admiramos y hasta podemos conocer el resultado de sus oraciones.

4.Jesús nos enseñó que orar es una condición para crecer espiritualmente.

Leamos Lucas 9:18-20

«Y mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó, diciendo: ¿Quién dicen las multitudes que soy yo? Entonces ellos respondieron, y dijeron: Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. Y El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Y Pedro respondiendo, dijo: El Cristo de Dios.»
Jesús oraba constantemente por sus discípulos. Necesitaba que estuviesen preparados para servirle y además para lo que tendrían que sufrir después de su muerte. En esta ocasión les iba a preguntar algo fundamental. Él era el líder pero quería saber qué pensaban de él los más cercanos. Ya conocéis al que estaba mejor preparado espiritualmente. 

Y es que el Señor nos ayuda a crecer mediante la oración.  Nuestra comunicación con Dios mediante la oración ayuda a que Dios muestre detalles de lo que Él es. Dios transmite su sabiduría a través del Espíritu. Te da la paz que necesitas, ¿o crees que proviene de ti? ¿o tal vez de algún libro de autoayuda? Dios decidió cómo comunicarse contigo. Es mediante el estudio y la comprensión de su Palabra y la oración. Evidentemente también se revela a través de personas que capacita para predicar su evangelio.Pero si algo de esto no lo tomamos en serio podemos crecer en conocimiento de otras cosas pero no creceremos espiritualmente en el conocimiento de Jesús.

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.» Juan 17:3

«Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano, estad en guardia, no sea que arrastrados por el error de hombres libertinos , caigáis de vuestra firmeza; antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.» 2 Pedro 3:17-18

5.Jesús mostró que la oración cambia a las personas.

Lucas 9:28-32 nos dice:

«Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa se hizo blanca y resplandeciente . Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías, quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén. Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.»

Jesús cambió su rostro mientras oraba. Se transfiguró. Reveló su verdadera naturaleza.
Orar puede cambiar a las personas. Moisés habló con Dios y su piel resplandeció:

«Y aconteció que cuando Moisés descendía del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, Moisés no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios. Y al ver Aarón y todos los hijos de Israel a Moisés, he aquí, la piel de su rostro resplandecía; y tuvieron temor de acercarse a él.» Éxodo 34:29-30
Tal vez en la actualidad no sea algo externo, no nos resplandece el rostro. Pero seguro que conoces a alguien que se compromete en llevar una vida de oración y se le nota en la forma de tomarse las cosas. 

Vemos que Dios también puede hacer cosas mientras oramos como
iglesia. ¿Recuerdas lo que sucedió el «primer culto de oración» en Hechos 4:23-31?
Como resultado de una vida de oración Dios puede hacer grandes cosas
mientras oramos, mientras estamos reunidos. Claro está que algunas más
espectaculares que otras.

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La oración, comunión y obediencia nos edifica. Nos transforma.
Requiere esfuerzo. Podemos cansarnos pero cerca de Dios seremos transformados. 

6.El ejemplo de Jesús produjo interés por ello quisieron aprender a orar.

Lucas 11:1 nos relata que Jesús oraba de forma que despertó interés en sus discípulos.

«Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos.»

Jesús oraba y lo veían a menudo. Esta relación era algo tan importante que llamó la atención de sus discípulos. Les produjo un interés, una necesidad. Tenían un ejemplo.

Nosotros, como estamos viendo, tenemos el ejemplo de Jesús. Sigamos el ejemplo de Jesús y de personas que nos enseñan de una forma real y genunina. Que se equivocan y aciertan en su vida pero de las que tenemos cosas que aprender. Jesús nos da la pauta con la que tenemos que medir los demás ejemplos.

Y no solo eso sino que siguiendo el ejemplo de Jesús podemos ser ejemplo a otros para que descubran las bendiciones de creer en Jesucristo así como de llevar una vida de oración y compromiso con Dios.

Las personas que nos rodean necesitan ver el resultado de nuestras creencias en nuestra vida diaria. Quieren ver el fruto de nuestra relación con Dios para comprobar el poder de Dios en la vida de las personas. Por nuestra relación con Dios no salvamos a nadie. Sólo Cristo salva. Pero nos miran y juzgan. Es difícil hablar de Jesús y esperar que te crean viendo una vida demasiado contradictoria. Nuestro ejemplo puede acercarles o alejarles de Jesús.  

7.Jesús tenía buenas costumbres. Orar era algo fundamental.

Lucas 22:39-42 nos habla de la costumbre que Jesús tenía de orar:

«Y saliendo, se encaminó, como de costumbre, hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron. Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación. Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba, diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»

Orar no era algo extraño en la vida de Jesús. Oraba buscando un sitio especial. Tenía disciplina porque conocía el resultado de llevar una vida de oración. Era algo bueno para él y sabía que para nosotros también lo sería.

Como os habréis dado cuenta terminamos igual que empezamos. Al principio os hablábamos de la importancia de tomar un tiempo diario para dedicarlo a orar. Buscar un sitio , planificar un tiempo diario para declarar nuestras dudas, nuestras necesidades a Dios así como para darle las gracias.

Jesús es nuestro ejemplo y ahora nosotros tenemos que tomar decisiones. Estamos seguros de que si cambiamos nuestras costumbres para tomar más tiempo conociendo a Dios en oración se notará en nuestra vida. No se trata de un invento nuevo ni algo sencillo que puedes hacer en plan «pasos para mejorar tu vida de oración en 10 días». Se trata de que creímos en Jesús y Él nos enseño cómo estar más cerca de Dios mediante la oración. 

Seamos conscientes de la importancia que tiene la oración y pidámosle a Dios las fuerzas, las ganas de tomar decisiones para apartar algo tan importante como el tiempo y entregárselo a Él. 

Somos discípulos del Maestro Perfecto. Sigamos sus pasos y disfrutaremos de sus bendiciones. 

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9 comentarios de “Cómo vivir una vida de oración: 7 ejemplos de la vida de Jesús

  1. Manel dice:

    Ha sido una reflexión muy apasionante en el sentido,que el Señor no nos dejó a nuestra suerte sino por el contrario,nos dejó la oportunidad única de relación con nuestro Dios y Señor. El como maestro dejó una forma de vida que debiéramos intentar seguir con su ayuda, pero también con nuestro esfuerzo y disciplina. Bendiciones

  2. Evangélica Bailén dice:

    Hola Manel! Gracias por visitarnos y comentar 🙂

    En efecto. Nuestro Señor no nos abandonó sino que nos dejó su Palabra para conocerle,seguirle y servirle.

    Vivir una vida de oración y permitir que el Espíritu Santo obre en nosotros es fundamental para vivir como Él quiere. No hay otros caminos más que los que Dios estableció a través de su Hijo Jesús.

    ¡Que Dios te bendiga y vuelve cuando quieras!

  3. Casey Fiechter dice:

    Gracias para el articulo. Tiene muchas informacion y yo desfruto leiendo es. Es muy bien que Dios dame nosotros un vida con Jesus Cristo. Tambien oracion es muy importante en vida porque oracion fortalecer nuestro fe.

  4. Unknown dice:

    ROSSY CHAPA M., BENDICIONES JESUCRISTO NO ABANDONA ES LA LUZ DEL MUNDO, TENGO COMO 3 AÑOS LEYENDO LA PALABRA, DESPUÉS DE UNA FUERTE DEPRESIÓN, ESTUVE INTERNADA EN UN PSIQUIATRICO, GRACIAS A DIOS PUEDO DECIR QUE SOY UN MILAGRO DE DIOS, POR MAS QUE TRATO NO PUEDO DEJAR EL CIGARRILLO, AYUDENME POR FAVOR, MI HORARIO ESTA AL REVES VIVO DE NOCHE Y DUERMO DE DÍA, YA NO SE QUE HACER, HAGO ORACIÓN LE BAJO A LA T.V. LA VERDAD HONESTAMENTE NO SE HACERLA BIEN DE ACUERDO A LO QUE LEI ANTERIORMENTE, DIIOS LES BENDIGA GRACIAS.

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