¡Hola! Deseamos que estés bien dadas las circunstancias que estamos viviendo. Hoy compartimos la predicación de Abraham Sampedro titulada «Paz en Cristo Jesús» basada en Filipenses 4:6-7
Si lo prefieres puedes leer el mensaje aquí:
No sé vosotros pero a veces yo no siento paz.
Me preocupo al seguir las noticias, las circunstancias que viven otras personas, la inestabilidad y la incertidumbre que ha provocado la pandemia y no sé vosotros pero yo a veces pues me siento más preocupado de la habitual.
Y esto me afecta a mi y por lo tanto traslado esta inquietud a las personas que tengo alrededor.
A veces, cuando nos sentimos así creemos que sirve de algo desahogarnos llamando o hablando con otros o incluso escribiendo en las redes sociales.Y en ésos momentos podemos dejarnos llevar de manera que el entorno nos afecta tanto que perdemos el control.
Pero como cristianos tenemos una alternativa mejor, y es la de buscar aliento y calma en Dios. Y todos sabéis que para conocer a Dios tenemos que leer la Biblia.
Hablo de la Biblia porque para mí es el libro más realista que existe.
En la Biblia no encontramos personas con vidas perfectas que simplemente tenemos que imitar, en la Biblia no hay personas con una aureola de santidad en la cabeza y que siempre viven felices.
La Biblia es mucho más que eso.
En la Biblia encontramos personas con aciertos y dificultades y familias con muchos problemas
Y si hay un libro que muestra que vivimos en un mundo con problemas es la Biblia pero que nos ofrece una alternativa segura es este libro.
Así que en medio de esta situación que todos estamos viviendo en la Biblia hay alguien que nos da una unas pautas para encontrar paz.
Sus palabras están en el nuevo testamento, después de los evangelios, en el libro titulado Filipenses capítulo 4:6-7
Leemos en Filipenses 4:6-7
«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.»
Otras traducciones bíblicas dicen “no os inquietéis por nada” o “no se preocupen por nada.”
Así que lo que nos dice el escritor es que no sintamos ansiedad constante sino que nos dediquemos a decirle a Dios todo lo que nos pasa, lo que necesitamos, todos nuestros problemas y a suplicarle que nos ayude y agradecerle todo lo que recibimos.
Entonces, explicándole a Dios lo que los pasa, lo que necesitamos y agradeciéndole lo que ha hecho por nosotros nos dice que encontraremos todo lo contrario a la confusión a la incertidumbre y la ansiedad.
Porque Dios mismo nos dará una Paz incomparable que sobrepasa todo entendimiento, una Paz que sólo Dios puede enviar y guardará no sólo nuestros corazones sino también nuestras mentes en Cristo Jesús.
Hay quien piensa que meditar pensando en las plantas se encuentra tranquilidad pero aquí el apóstol Pablo no está hablando de algo así sino de una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Porque no hay paz en las circunstancias, en el gobierno de turno, en nuestro dinero, relaciones, reputación, esta no es la paz de la que habla el apóstol o el mismo Jesús…la paz que Jesús ofrece no es la que ofrece este mundo.
Ya de entrada estas pautas, estas recomendaciones nos ayudan a entender que la persona que nos aconseja es una persona que conoce al ser humano, que comprende que hay momentos desesperados que no comprendemos y nos generan ansiedad. Y nos ofrece una alternativa.
¡Qué distinto lo que a veces hemos escuchado sobre la vida cristiana!
Hay quienes se dedican a hablar de Jesús y de la vida cristiana como el que está vendiendo algo que si lo compras nunca más volverás a tener problemas.
Pero si la vida cristiana fuera así ¿entonces para qué escribió que no nos agobiemos? ¿Para qué necesitamos la paz de la que habla si se supone que al creer se acaban todos los problemas?
Pues porque no se acaban todos los problemas.
El escritor de este libro asume que habrá dificultades pero Dios ofrece la manera de soportarlas, Dios se involucra para que podamos seguir adelante.
La Biblia es un libro que nos dice que habrá problemas pero Dios quiere estar con nosotros mientras sufrimos porque entiende lo que nos está pasando.
Porque Dios mismo sabía el mayor de nuestros problemas y vino a ofrecernos la solución cuando descendió del cielo y se hizo uno de nosotros naciendo en aquel pesebre y muriendo en aquella Cruz.
Si alguien puede comprender nuestro sufrimiento es aquel que sufrió cargando con nuestros pecados y fue clavado en aquella cruz.
¿Pero quién escribió estas palabras? ¿Quién nos recomienda que nos acerquemos a Dios y hablemos con Él agradeciéndole todo lo que ha hecho por nosotros para sentir paz?
Quien pronunció estas palabras fue el apóstol Pablo, y no escribió desde su gran mansión, con todos los lujos de un rey y con una familia perfecta sino desde una cárcel.
Así que alguien desde prisión nos dice que hablemos con Dios y le demos gracias por todo, porque Él traerá paz a nuestro corazón y a nuestra mente.
Porque Pablo estaba seguro de que aunque estaba en prisión por ser cristiano podía sentir Paz y ayudar a otras personas.
Porque Pablo confiaba en la palabra de que aquel Jesús que dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.» S. Juan 14:27
El apóstol Pablo sintió esa paz hasta el punto de cantar estando preso con otro cristiano.
Leemos en Hechos 16:25 que «a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.»
Así que allí estaban encerrados en prisión pero sintiendo la paz de Dios y cantándole canciones.
También podemos pensar que Pablo no fue como nosotros, a Pablo no le tocó vivir una pandemia mundial.
Porque somos especialistas en buscar excusas, pensamos que no tenemos nada que ver con los personajes bíblicos y estamos muy alejados de sus circunstancias…
A Pablo no le tocó vivir una pandemia mundial pero padeció persecución hasta el punto de ser apedreado dejándolo medio muerto.
Pero él mismo escribió que tanto él como sus amigos cristianos estaban «en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.»
2 Corintios 4:7-10
Así que Pablo NO nos da lecciones morales ni buenos consejos desde la estabilidad de una vida perfecta sino que ofrece una alternativa para conseguir la paz mientras está pasando dificultades.
Sin embargo el apóstol Pablo que hoy tanto admiramos no fue siempre así, Dios tuvo que cambiarle como a nosotros.
Y es que a veces pensamos, «Yo no puedo acercarme a Dios porque he cometido muchos errores, tengo muchos problemas y hay muchos pecados que me alejan de Dios.»
Pero antes de ser cristiano, el mismo Pablo, que antes se llamaba Saulo, quiso acabar con el cristianismo.
Estaba tan obsesionado con los cristianos que no solo pidió delatar a los que predicaban el Evangelio sino que estuvo de acuerdo mientras apedreaban a un cristiano llamado Esteban y dice la Biblia que consintió en su muerte.
Entonces, cuando iba de camino a la gran ciudad de Damasco para seguir haciendo todo el daño posible a los cristianos, el mismo Jesús le habló en medio de un gran resplandor y le dijo Saulo ¿por qué me persigues? Y Él respondió: Yo soy Jesús, a quien tu persigues.
Y desde aquel momento Dios cambió a Pablo para que en lugar de atacar al cristianismo, fuese un instrumento escogido para predicar las buenas noticias del Evangelio y hoy seguimos hablando de él pero como un gran ejemplo de la fe en Cristo.
Qué contraste recordar que Pablo perseguía cristianos y Cristo mismo le habló para cambiar su vida para siempre.
Y esto es algo que Dios quiere seguir haciendo hoy. Dios quiere seguir cambiando nuestras vidas.
Pero dice la Biblia que «No hay paz para los impíos.» Isaías 57:21
Es decir que nadie puede obtener la paz sino quiere tener nada que ver con Dios.
Y para obtener la paz, para que nuestros corazones y nuestras mentes sientan esa paz tenemos que estar en Cristo Jesús.
En nadie más que en Jesús, aunque otras personas quieran quitarle el protagonismo que Jesús tiene a lo largo de la Biblia.
¿Pero qué debemos hacer para estar en Cristo Jesús?
La Biblia dice que tenemos que
1-Arrepentirnos, es decir reconocer que hemos vivido sin tener en cuenta a Dios y pedirle perdón porque nuestro instinto natural es vivir el camino opuesto al que Dios nos pide, y esto nos pasa desde que nacemos. ¡Esto lo vivimos con nuestros propios hijos!
Esto es algo doloroso porque significa abandonar nuestro orgullo y reconocer que no somos tan perfectos como pensábamos.
2-Pero cuando nos arrepentimos, cuando nos rendimos ante Dios seguimos necesitando alguien perfecto que pueda cargar con todos nuestros pecados y reconciliarnos con Dios. Porque para que Dios nos perdone es necesario el sacrificio de alguien único para cargar con el castigo que merecemos.
Así que Dios Padre nos envió a su Hijo para vivir una vida intachable, amando y sanando a las personas y anunciando el Evangelio.
Jesús no debía morir en la Cruz por lo que hizo pero era el único que si moría podría salvarnos.
Y hoy es el Salvador de todas las personas que nos arrepentimos de nuestros pecados y confiamos en Él.
El apóstol Pablo lo tenía muy claro cuando escribió algo que leemos en esta misma carta a los Filipenses capítulo 2 versículos del 5 al 11.
Leemos ”Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Dios cambió al apóstol Pablo cuando atacaba a los discípulos de Jesús y experimentó el perdón y la paz. Y esto es algo que Dios puede hacer hoy en nuestras vidas. Él quiere darnos la paz que cambiará nuestra vida para siempre.
Hoy estamos viviendo tiempos de incertidumbre, tiempos en los que muchas veces sentimos inquietud.
Dios sabe que nos sentimos así, sabe que le necesitamos más que nunca y por este motivo quiere que estemos más cerca de Él que nunca.
Si aun no hemos comprendido que le necesitamos es el momento de acercarnos a Dios para arrepentirnos y reconciliarnos con Él.
Y si ya somos cristianos acerquémonos a Él, pidámosle que no nos sintamos ansiosos y desesperados como hemos leído al principio, pidámosle ayuda al Dios que se preocupa por nosotros y seamos agradecidos.
Porque solo así Él nos dará la Paz que sobrepasa todo entendimiento y guardará nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús.
Entonces sentiremos paz en nuestro interior aunque las circunstancias cambien y confiaremos en el Dios que tiene el control de nuestras vidas.