Como recordaréis, Mi Esperanza es un proyecto de evangelización en el que creyentes de toda España han abierto las puertas de sus casas para que personas que les importan, vecinos, amigos, familiares… pudieran ver una serie de programas evangelísticos que se emitieron durante los días 16-18 de diciembre del pasado 2011 en Intereconomía, Canal Català, Solidaria TV además de en distintos canales locales.
Estos vídeos llegaron a 5393 hogares y viendo estos programas y estableciendo relaciones surgieron preguntas, dudas y ganas de saber más llegando hasta 8636 las personas que expresaron querer seguir a Jesús.

Pero este proyecto en el que también participó la Fundación Billy Graham sigue vivo y muchas iglesias siguen usando estos programas y materiales para acercar a sus amigos a Jesús. 

En realidad estas actividades de invitar a personas a casa y hablarles de Jesús en una conversación natural es algo que no es precisamente nuevo. En Lucas 5:27-32 leemos:
«Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.28 Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. 29 Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.30 Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»
Las personas que nos rodean necesitan a Jesús. Nosotros no siempre nos damos cuenta porque vemos sus reacciones ante la vida e incluso cuando rechazan nuestras palabras. Pero esto es algo natural porque no creen! tal vez nosotros hacíamos lo mismo antes de creer! 
Reflexionemos en la idea de interesarnos de un manera real por la vida de los demás , abriendo nuestros hogares para que vean la realidad de una familia cristiana y mostrándonos como somos de verdad. 
De esta manera tal vez dejen de vernos como personas que simplemente creen en  otra religión y practican otras costumbres.
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