¡Qué rápido pasa el tiempo! Este año hemos llegado a la 7ª
Reunión de Varones Evangélicos de la provincia. Como venimos haciendo desde el principio nos reunimos en el
Hotel Baños de
Baños de la Encina.En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de escuchar a Amable Morales, anciano de la Iglesia Evangélica de Asambleas de Hermanos situada en el barrio de Vallecas (Madrid).
Amable es uno de los impulsores y responsables de FE Y MINISTERIO ( FyM ), una entidad federativa de las Asambleas de Hermanos, actualmente integrada por 55 iglesias y 3 entidades auxiliares, cuya finalidad primordial es la custodia legal de los lugares de culto, con el objeto de asegurar la permanencia de su uso para los fines religiosos.
Otra iniciativa de FyM es la cobertura legal a un denominado FONDO DE LOCALES, dedicado a la financiación de adquisiciones de lugares de culto de las Asambleas de Hermanos.
Tuvimos la oportunidad de escuchar a Amable Morales en dos ocasiones. Mañana y tarde.
Por la mañana habló del trabajo y las riquezas teniendo como base el pasaje de Santiago 5:1-6
«¡Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros. 2 Vuestras riquezas se han podrido y vuestras ropas están comidas de polilla. 3 Vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros. 4 Mirad, el jornal de los obreros que han segado vuestros campos y que ha sido retenido por vosotros, clama contra vosotros; y el clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos 5 Habéis vivido lujosamente sobre la tierra, y habéis llevado una vida de placer desenfrenado; habéis engordado vuestros corazones en el día de la matanza. 6 Habéis condenado y dado muerte al justo; él no os hace resistencia.»
Desde aquí damos las gracias por la asistencia a hermanos de Bailén, Villargordo, La Carolina, Murcia, Linares, Torredelcampo, Martos, Úbeda, Cortijos Nuevos, Mengibar, Jaén y Madrid.
Hemos mencionado muchos pero puede que falte alguno :).
He escuchado el estudio sobre: "Enfoque Cristiano de las Riquezas y el Trabajo" de Amable Morales. Hay algo en este estudio que reclama poderosamente mi atención produciéndome cierta turbación y malestar de espíritu. Me gustaría comentarlo si se me da libertad para ello. En primer lugar: ¿No entiendo como la persona que expone el tema trata del mismo sin empacho alguno?, ¿Por qué digo esto?, pues bien, Si alguien me dice que es director de una entidad financiera, sea la que sea, y se considera a sí mismo como un bancario, que no banquero. Para mí es como si dijese: soy contable de la mafia, que no mafioso. No termino de encontrar la lógica del argumento, ni su postura. ¿Qué me está diciendo realmente?.
En el estudio se habla de cierta empresa que genera grandes dividendos a costa del sueldo de niños o personas desfavorecidas. Ratifico la postura del conferenciante, pero creo que se queda un poco escaso en su denuncia. Considero que existen otras áreas que nos tocan más de cerca y de las cuales no se ha comentado nada: ¿Qué ocurre con aquellas entidades financieras que invierten en industrias armamentísticas, e incluso de carácter nuclear? ¿Qué sucede con ciertos dispositivos electrónicos que poseen cierto mineral que está destrozando la vida de niños, esclavizándolos y generando guerras por el monopolio de su extracción? ¿Y qué hacemos como cristianos al respecto? ¡Y esto sólo es la punta del iceberg! Estos mismos versículos de Santiago que se han mencionado nos señalan a cada uno de nosotros y no existe escapatoria. (Prov. 24:12)
Realmente el cristianismo tal y como lo conocemos hoy en día, no deja de ser una simple y burlesca caricatura que se apoya en una serie de doctrinas y dogmas ciertos y verdaderos, pero que su fuerza no es sino un placebo que intenta sanar un cáncer que nos corroe por dentro y sigue creciendo de forma exponencial, o tal como lo dijo Cristo: … si la sal pierde su sabor…; (Mat 5:13) ¡Véase la situación cristiana en el mundo occidental! Y todo ello porque no hemos asumido el rol que nos corresponde.
Este es el problema de fondo: no un problema exegético, sino una eiségesis cristiana utilizada para apoyar un modo de vida que no se diferencia del resto del sistema (Rom 12:2) y que comparte su modus vivendis con él.
No me extraña que el evangelio de Jesucristo no tenga hoy día la dinamys de la que habló Pablo en su día. No se mal interprete. El evangelio sigue siendo el mismo, su poder está aún vigente y puede rescatar las almas de los hombres aún desde las mismas puertas del averno, pero hemos olvidado en el camino, lo que un día fue claro y hoy día no lo es tanto: ¡La praxis! 2 Tim 3:12. Hemos de ser honestos y dejarnos de componendas. Necesitamos un compromiso real y sobre todo llevar nuestra cruz cada día y seguir a Cristo, aunque ello nos destierre al ostracismo.
Un saludo
Juan